La cocción a baja temperatura oscila dependiendo de la proteína, la grasa del alimento, el grosor, o la dureza, así como un solomillo lleva varias formas de cocinarse en efecto a su temperatura interior (44º, 46º, 48º ó 50º) dependiendo si se prefiere poco hecho, en su punto, hecho o muy hecho.
En cocina la temperatura de cocción es una de las fases más importantes a la hora de lograr una perfecta elaboración de la proteína. En la mayoría de las cocinas se cuida poco este tipo de técnicas y al terminar el plato o esta pasado, o seco, o en el peor de los casos crudo.
Los huevos por su parte su temperatura es de 57º la clara y 60º la yema, a esta temperatura se empieza ha cocinar, a la hora de hacerlo pasado por agua la temperatura ideal es de 60º, mientras que si se le quiere cocer a 100º saldria perfecto.
Todas aquellas proteinas que se quieran cocinar a baja temperatura se suelen cocinar por debajo de los 75º.
En el caso de los crujientes para conservar el color y una textura crujiente se fríen de 100º a 120º según la textura de lo que se cocine.
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